Te sentarás con las piernas cruzadas, jugaremos a las miradas,
crearemos un muro insalvable de excusas,
una línea invisible,
un agujero,
una guillotina que nos corte las caricias de raíz.
Dejaremos que el futuro juegue con las cartas marcadas
y lo llamaremos destino.
Porque ni siquiera tendremos cojones
de llamarlo miedo.
crearemos un muro insalvable de excusas,
una línea invisible,
un agujero,
una guillotina que nos corte las caricias de raíz.
Dejaremos que el futuro juegue con las cartas marcadas
y lo llamaremos destino.
Porque ni siquiera tendremos cojones
de llamarlo miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario